viernes, 17 de octubre de 2008

Dramaturgia / Resistencia


El siguiente texto/tesis fue elaborado y expuesto por Mauricio Barría el día sábado 11 de Octubre en el Departamento de Teatro de la Universidad de Chile, en la mesa de discusión: "Dramaturgia y resistencia", donde también fueron partícipes Sergio Pereira Poza y Ramón Griffero como ponencistas, y Cristian Lagreze como moderador.



"TRES TESIS SOBRE EL TEATRO POLÍTICO

Mauricio Barría Jara

EL rótulo que sirve de título a esta invitación: Dramaturgia y resistencia, me trajo inmediatamente a la mente otro binomio categorial que me resulta HOY más apremiante: Teatro y Política. Como la pregunta por lo política ya es política, me permitiré proponer un conjunto de ideas, no del todo resueltas, que tienen más bien el tono de lo intempestivo, y que, por lo mismo, adquieren el tono del manifiesto:


Tesis 1: El teatro es pensamiento performativo

Pienso en un teatro que no solo muestre sino que proponga una lectura de los hechos.
El teatro es un modo en que sucedió la teoría en la cultura griega: el otro fue la Filosofía.
El teatro es una teoría desde la acción y en ese sentido el teatro piensa. El pensar es la capacidad de proyectarse a las posibilidades de lo por venir. La urgencia de la realidad en el teatro debe ser tensionada con el poder ficcional de la posibilidad. Solo donde aun hay distancia entre lo que es y lo que podría suceder, hay posibilidad para construir la historia. Cuando la distancia entre lo posible y lo real se extingue o sentimos que todo a llegado a su realización plena: fin de la historia y por tanto no hay más que repetir infinitamente el mimo sistémico del presente; o creemos que la historia esta agotada en sus posibilidades y no queda nada por hacer, que cualquier intento es fatuo, entonces solo resta resignarse en la autonegación de sí mismo o extinguirse en la fuerza centrífuga del resentimiento social. La sociedad del espectáculo, es la época en que la distancia entre lo real y lo ficticio dejo de suceder. El simulacro es más real que lo real, lo real se disuelve en su imposibilidad de ser. Pero ojo. Lo real siempre ha sido representación, en tanto discurso. Creer que lo real existe en si mismo, es ya un discurso sobre lo real.
La pregunta es ¿Cual es el teatro posible en la época de la teatralización global y totalitaria del mundo?


Tesis 2: El teatro es crítica social, pero no crítica sociológica

El teatro destruye fantasmas.
El teatro es lucidez desgarrada del artificio, y la conciencia del vacío de toda representación. Pero, esta conciencia desgarrada se devuelve como urgencia de acción. El héroe trágico debe ser aniquilado pues el sacrifico pone de manifiesto la urgencia del sentido. Porque no hay, es que se debe hacer algo. En este sentido el teatro es siempre crítico, en tanto devela el carácter de artificio de las conductas, normas e instituciones culturales, no para gozarse en el mero afán egótico y nihilista de la pulsión de muerte de una sociedad, sino para mostrar el carácter paradójico y problemático de nuestros vínculos sociales: la paradoja de querer vivir en comunidad cuando somos individuos. La paradoja de que el poder humano redime pero también destruye, que toda nueva solución, en un momento libera, en otros oprime. El teatro es la performance de a lucidez de la subjetividad en la que se desploman los espectros de la reificación, que son el origen de todo totalitarismo. Cuando creemos que hay formas de ser naturales, entonces comienza el fascismo.
Pero el teatro es también crítica de la imagen.
Entiendo por imagen el recorte geométrico o encuadre sobre el cual se ejecuta el orden de una composición (Diderot). Esta manera de comprender la imagen es el modo moderno de la representación de lo real. Esto significa: cuestionar el carácter hegemónico de la visualidad como modalidad preferencial de sentido; cuestionar las funciones de orden y jerarquía de construcción de la imagen; cuestionar la determinación de los roles espectaculares, es decir, quien debe ver, y, quien y que debe ser visto; por último, cuestionar las políticas de lo ficcionable, esto es, la autorización de que puede o no ser objeto de ficción.
La imagen-cuadro es un estado frigorizado de lo real, en el que perdemos no solo su dimensión temporal, sino también el carácter orgánico de la experiencia. La imagen-cuadro nos hace entender el mundo como un texto, y la cultura como artefactos y monumentos. La imagen-cuadro ejecuta un recorte en el que determina los elementos significativos, al interior de un sistema fijo a partir de un disciplinamiento de la visualidad: la determinación del espectro de lo visible como lo significativo, y la expulsión del resto, de lo invisible para el sistema como lo insignificante. La teatralidad como acontecimiento performativo pone en crisis el cuadro al insistir sobre la mirada de lo efímero y arbitrario de la experiencia.


Tesis 3: El teatro es siempre político.

La calidad de político del teatro no le es una elección.
Si pensamos en los orígenes de la teatralidad occidental- griega, el teatro se constituyó como una ritual laico en el que performativamente se hacía acontecer la igualdad ciudadana. Somos iguales en la medida que accedemos al saber de la misma manera. El teatro como teoría es también poder y producción de verdad. Pero esta producción de verdad, puede, a veces, servir para confirmar un cierto imaginario o para transgredirlo. En la primera de estas figuras, el teatro se transforma en discurso validatorio del discurso hegemónico epocal, en el otros caso busca transgredir estos imaginario haciendo presente su teatralidad (es decir, su carácter de artificio representacional o construcción cultural). Un ejemplo, es el caso del realismo burgués que pretendió presentar e modo de ser moral de su clase como el correcto. Pero su procedimiento fue artístico, quiero decir, que a través del recurso de unificar el encuadre escénico buscando la perspectiva homogénea, a través de la utilización de un lenguaje sin metáfora, y de pensar el teatro como cuarta pared para obtener la ilusión radical que exigía borrar la teatralidad, legitima la representación de lo burgués como la verdadera representación. El teatro no es solo un contenido, principalmente formas, discurso estético, y eso es también una política. Finalmente, no hay teatro sin espectador. El fenómeno mismo de la teatralidad exige la mirada de otro para que se constituya. La reunión del que mira y de los que ejecutan lo para ser mirada es un simulacro de comunidad de iguales. Cada vez que sucede la teatralidad sucede entonces la comunidad.



11 de octubre 2008"

viernes, 10 de octubre de 2008

Teatro / Educación

El siguiente texto pertenece a la ponencia realizada por Cristian Lagreze en la mesa: "Teatro y educación", que se llevó a cabo el día sábado 4 de octubre en la Escuela de Teatro de la Universidad Arcis, a través de la convocatoria de reflexiones sobre la temática educacional en el encuentro de "Dramaturgia en emergencia".


"Teatro y educación.


En primer lugar pienso en la educación, pienso que cuando uno es educado recibe información y esa información le permite a uno ser y desarrollarse. Se recibe idealmente material valioso. Entonces para que el teatro sea parte de esta discusión debe tener algo de valioso. Yo creo que tiene algo de valioso. Desde tiempos inmemoriales la sociedad nos envía al teatro. En el teatro el hombre tiene la posibilidad de ver la imagen del hombre, los hombres ven en el teatro cómo ellos viven y cómo otros han vivido antes que ellos y cómo los otros han hecho el mundo y cómo ellos pueden re-hacerlo. En el teatro el hombre ve la justicia, reconoce lo justo de lo injusto. También en el teatro el hombre busca el conocimiento.

He aquí por qué entonces parece importante que los jóvenes en edad escolar tengan acceso al teatro desde cualquier espacio, como espectador, en talleres, como lector... A través del arte, a través del teatro se accede al conocimiento, entonces es posible moverse, que se abran nuevas perspectivas, contradicciones y que desde ahí uno surja hecho otro.

Y lo que digo no es una locura, en mi experiencia como espectador de teatro, ciertas reflexiones puestas en la escena han modificado puntos de vista en mi mirada sobre la realidad y después de eso no se vuelve a ser el mismo. Es como cuando uno accede al conocimiento, nada es igual que ayer. Se comprende, se ve, y entonces se abre un espacio de libertad, la libertad del pensamiento. Como cuando escuché en el teatro, en la “Ópera de tres centavos”, cuando Mackie dice “quién es más delincuente, el que roba un banco o el que funda un banco...” Después de escuchar eso algo comprendí, algo cambió.

También en el proceso creativo se vive la experiencia y con mayor intensidad. Después de cada proceso en el que me ha tocado participar algo cambia en mí. Se conoce un texto, se conoce un autor, la época del autor, su contexto histórico, se extrapola ese contexto, se acerca a nuestro tiempo, se lee, se descubre autores, historiadores, filósofos, sociólogos; se discute con los compañeros, se intercambian puntos de vista, se está de acuerdo o en desacuerdo, se encuentran dificultades que nos hacen “movernos” hacia algún lugar... y al final no se es el mismo.

Considero que ambas experiencias han sido, sin duda, parte de mi educación, y claro que hubiese querido haber vivido experiencias parecidas en mi época escolar. Claro, el profesor de castellano, cuántos de nosotros nos acercamos al teatro por el profe de castellano.... pero la mirada de un profesor no es la de un artista, para bien o para mal, y en nuestra etapa escolar estamos rodeados de profesores y muy lejos del arte. Se trata de equilibrar.

Entonces el joven estudiante tiene en general dos maneras de acceder al teatro, como espectador y en la experiencia de la creación.

El estudiante como espectador:

Los jóvenes van al teatro en general porque los llevan del colegio. Los teatros institucionales y algunas compañías convocan a los jóvenes estudiantes al teatro, en horarios especiales. Los teatros institucionales ofrecen su repertorio para adultos en horarios y a precios especiales para escolares y, salvo algunas honrosas excepciones, los grupos independientes ponen en escena obras más bien “vendibles” y que no surgen de un deseo concreto y comprometido de dirigirse al público escolar. Entonces existen esos dos espacios: obras que no están pensadas para los chicos y las que sí. En general son obras producidas en serie, las compañías montan rápido un stock de obras y las venden como pan caliente. Las venden a través de los promotores y éstos a través de los profesores que en ocasiones “cortan” algo del valor de la entrada. Y eso yo no lo voy a juzgar, todos sabemos cómo trabaja y cuánto gana un profe de liceo municipal. Sin duda existen grupos y personas que han dedicado tiempo y trabajo en acercarse al joven espectador desde una perspectiva no comercial, con puestas en escena resultado de procesos serios y del tiempo que requiere llevar a escena un trabajo de calidad. Es importante que los espacios de recreación de los jóvenes otorguen espacios de conocimiento y reflexión, no se les puede considerar sólo como un grupo de consumo en lo que ha sus espacios recreativos se refiere; quienes dediquen su inteligencia y su sensibilidad al teatro dirigido a chicos en etapa de formación escolar tendrán la posibilidad de poner en escena los resultados de sus reflexiones y deseos frente a un público ávido de información y que está en medio de su proceso de formación. Importante poner ahí lo que usted quiere comunicar, los jóvenes son el futuro... y pienso en la palabra Utoppia, lo que no es posible hoy, será posible mañana... Para ello es indispensable encontrar canales idóneos de contacto con el espectador, y creo que eso requiere una empatía y cariño y cercanía con los chicos en edad escolar. Es una responsabilidad, hacer teatro es una responsabilidad: en el teatro el hombre ve la imagen del hombre... comerciar con la imagen del hombre crea dolor y apatía.

Existe el otro lugar, la experiencia del proceso. Quienes estén aquí y hayan tenido la experiencia saben lo importante que es y cómo se siente tener la posibilidad de mostrar a un chiquillo una parte de la realidad que si no, no hubiesen tenido la posibilidad de ver, entregar armas nuevas y útiles para comprender.

Para qué hablar de los colegios “conflictivos” o de barrios periféricos, ahí se puede también tener la sensación de estar empujando a un chiquillo a salir de la mierda. Porque para la mayoría de esos chiquillos la vida no tiene sentido, los que están cerca de ellos o están también en la mierda o sobreviven; nosotros sabemos lo que es vivir apretados y hasta cagados, pero también sabemos que si lo que hacemos tiene sentido, nunca vamos a estar en la mierda.

Que aquellos que se dediquen a la pedagogía teatral o talleres de teatro o trabajos en escuelas de escasos recursos, o los que vuelven a su provincia a repartir teatro entre los chiquillos de su pueblo, asuman la responsabilidad con orgullo, con vocación y que no sea una forma más de ganarse unas monedas.... defendamos con dignidad un espacio que sabemos debe existir, el arte en la formación escolar.

Es tan obvio, que hasta el gobierno de la concertación y la derecha, a través de la reforma educacional, contempló espacios formales para la formación artística o más bien para la relación del alumno escolar con la actividad artística, pero vamos a ver cómo eso funciona en los colegios municipales; y sabemos cual es el problema de fondo, hablemos de teatro y educación, de cultura, de previsión social, de condiciones laborales, de reformas constitucionales, etc. llegaremos inevitablemente a la misma conclusión: que es éste sistema económico en el que nos relacionamos el que no nos permite construir la sociedad que la mayoría de los chilenos deseamos.

Cada vez me convenzo más de aquello, unos pequeños cambios y reformas, unas 60 lucas más para cada viejo, unos cuantos centros culturales en barrios periféricos no van a darnos la vida digna que todos, como seres humanos, nos merecemos. Y no podemos esperar, es una ingenuidad hoy pensar que el Estado, en este estado de cosas, valga la redundancia, se haga cargo de los cambios profundos que se requieren, pues hoy, en nuestras democracias actuales, el Estado no es más el representante de una clase progresista que funda su desarrollo en la razón humana, hoy el estado es el representante de una clase explotadora y de su capacidad de explotación."

lunes, 6 de octubre de 2008

Imágenes de "La santísima"






fotografías de Camilo Anabalón.

domingo, 5 de octubre de 2008

sábado, 4 de octubre de 2008

Imágenes de "Machote futbolero"





fotografías de Pierre Sauré Costa, diseño de Stephanie Sauré.

Imágenes de "Sin editar"




fotografías de Camilo Anabalón.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Programa




Escuela de Teatro UNIVERSIDAD ARCIS


Viernes 3 de octubre

"Sin editar" de Marcelo Arcos, dirección de Marcelo Arcos. 19:00 horas.

"La Santísima" de Benjamín Aguayo, dirección de Álvaro López y María José Molina. 20:00 horas.


Sábado 4 de octubre

Mesa de diálogo y debate "TEATRO Y EDUCACIÓN" 16:00 horas. Con la participación de: Cristián Lagreze, Verónica Garcia-Huidobro, Cristian Marambio. Modera: Mauricio Barría.

"Auto-Educacional" Creación Colectiva de estudiantes de la Universidad Católica. 18:00 horas.

"Machote Futbolero" de Tomás Henríquez, dirección de Pierre Sauré Costa. 19:00 horas.



Escuela de Teatro UNIVERSIDAD DE CHILE


Viernes 10 de octubre

"Auto-Educacional" Creación Colectiva de estudiantes de la Universidad Católica. 19:00 horas.

"La Santísima" de Benjamín Aguayo, dirección de Álvaro López y María José Molina. 20:00 horas.


Sábado 11 de octubre

Mesa de diálogo y debate "Teatro y resistencia", Sala agustín Siré 16:00 horas. Con la participación de: Sergio Pereira Poza, Mauricio Barría, Ramón Griffero. Modera: Cristián Lagreze.

"Machote Futbolero" de Tomás Henríquez, dirección de Pierre Sauré Costa. 19:00 horas.

"Sin editar" de Marcelo Arcos, dirección de Marcelo Arcos. 20:00 horas.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Dramaturgia en emergencia en sí

Se hizo un llamado a la confección de escrituras de dramaturgias de pequeño formato (cortos teatrales) que se vieran atravesadas por la temática de la educación. El llamado de escritura se hizo desde el día viernes 11 de julio al viernes 15 de agosto de este año 2008, llegando 6 textos a conformar parte de la convocatoria. Se sostuvo de inmediato una reunión con los dramaturgos y un director interesado en montar algún texto, para resolver fechas y espacios de muestra. Hasta ese instante sólo nos veíamos resguardados por nuestras ex escuelas de teatro (lo que es igual hasta hoy). Se conversó sobre quién dirigiría los textos, y frente a esa nueva problemática, problemática digo porque el plazo de montaje era de un mes, quedaron dos textos sin dirección, los que no serán parte de las puestas en espacio, pero que sí contarán con nuestra exposición vía internet, además de todos los agradecimientos a los dramaturgos. Serían así, finalmente, cuatro montajes los que se presentarán en la Escuela de teatro de la Universidad ARCIS y en el Departamento de teatro de la U. de Chile, los días viernes y sábado de octubre del 3 al 11.



Los textos que se presentarán son:



“Auto-Educacional” Creación Colectiva de estudiantes de la Universidad Católica.
La idea de reciclar el auto sacramental como genero de teatro popular –
callejero, tiene evidente relación con la necesidad de darle una estructura coherente a la urgencia que tienen los jóvenes por transmitir hacia un público amplio y diverso los planteamientos políticos que fundamentan sus movilizaciones en relación a los cambios que se deben implementar para mejorar la educación en Chile hoy.
EL PODER DE LOS SIN PODER existe, pero nos resulta difícil visualizarlo. Por medio de esta obra expresamente creada queremos ayudar a tomar conciencia de que los cambios pueden ser impulsados por pocos, pero requieren de la participación de todos para que ocurran. Salir a la calle y entregar nuestro aporte es ejercer ese poder desde el oficio mismo. Ese es el verdadero sentido de nuestro arte teatral: ¡exigir que todo esto cambie!


“La Santísima” de Benjamín Aguayo, dirección de Álvaro López y María José Molina.
La Santísima nos habla de la esperanza inexistente. Vemos que la batalla se ha perdido, que la destrucción se apoderó del espacio y que sólo quedan fragmentos de una sociedad maquinada, intervenida, donde la ambigüedad y la superficialidad son el reflejo más cercano a lo que realmente somos. Es un grito desesperado que se desborda de honestidad y que se hace carne en los personajes, donde éstos a través de la palabra se desprenden de toda materialidad y exponen la esencia que los identifica, más allá de ser integrantes de una patria o de una comunidad, sino que como simples seres humanos (como nosotros). El texto devela el sentirse aplastado por el de al lado y por el de arriba, y lo amarga que es la tierra cuando te la hacen tragar. Esto es Chile y que todos lo sepan, de eso trata La Santísima, de que para poder crear nuestra propia historia y así también recuperar nuestra identidad cómo personas y cómo colectivo, es necesario asumir la derrota, todos, porque en este caso todos hemos perdido, nadie queda exento.


“Machote Futbolero” de Tomás Henríquez, dirección de Pierre Sauré Costa.
Tras la aparente tranquilidad de la ciudad, se esconden historias mínimas que se repiten en silencio.
Así nace la historia de Ramiro. Como un fragmento sacado de cientos de otras historias tristemente repetidas.

Un joven que crece en un entorno violento y marginal, en donde la falta de oportunidades es el imperativo mayor, no pudiendo sino que enmarcar su historia y su cuerpo en el dolor. Sin darnos cuenta, Machote Futbolero, es un testimonio triste que nos cuenta la historia secreta de un pendejo de la calle, así como también, es la historia de los putos adolescentes marginados por las páginas del caso Spiniak.

La historia de Ramiro es una historia mínima que nos duele, porque aún cuando teatralizada, es real.

“Sin Editar” de Marcelo Arcos, dirección de Marcelo Arcos.
Un planteamiento sobre las construcciones de realidad. Una ficción tras otra ficción que se persiguen y anulan, constituyendo un absoluto vacío, y en medio de este vacío el ser humano.
El juego del poder a través de los medios de comunicación, la desinformación, la construcción de ignorancia, los mecanismos de represión y de resistencia, la violencia como medio de desesperación, como factor del temor, todo esto es Sin editar, como un montón de imágenes que no tienen edición para ser utilizadas por algún medio, tal cual como es la vida. El único filtro de esta historia es un estudiante que se queda dormido en clases y que ve pasar todas estas imágenes por su cabeza tan rápido como corre el sin sentido de esta vida, teniendo la esperanza de que algún día todo cambie.


Agradecemos además los textos de Philippe Trillat "Manifiesto por la educación" y el texto de Carlos Olivares "The Monkey$".

(Pronto serán publicados a través de este mismo blog todos los textos)

Una problemática que se arrastra del pasado

Hace años atrás, veinte para ser exactos, a Humberto Maturana le plantearon una pregunta para desarrollar: "¿La educación actual sirve a Chile y a su juventud?, y en caso de respuesta afirmativa, ¿para qué o para quién?". A lo que Humberto Maturana decidió anteponer otras preguntas cuestionando incluso en primera instancia ¿Para qué sirve la educación?:
"Quiero empezar con el 'para qué' por una razón muy simple. porque si uno se pregunta ¿sirve la educación actual a Chile y a su juventud?, uno está haciendo la pregunta desde el supuesto de que todos entienden lo que la pregunta pide. Pero ¿es cierto eso? La noción de servir es una noción relacional; algo sirve para algo en relación a un deseo, nada sirve en sí. En el fondo la pregunta es ¿qué queremos de la educación? Pienso que uno no puede considerar ninguna pregunta sobre el quehacer humano en lo que se refiere a su valor, a su utilidad, o a lo que a uno puede obtener de él, si uno no se pregunta lo que quiere. Preguntarse si sirve la educación chilena exige responder a preguntas como: ¿qué queremos con la educación?, ¿qué es eso de educar?, ¿para qué queremos educar?, y, en último término, a la gran pregunta: ¿qué país queremos?" (Emociones y lenguaje en educación y política, Humberto Maturana).
¿QUÉ PAÍS QUEREMOS?, nos preguntamos también después de veinte años de distancia entre esa pregunta que plantea Humberto Maturana y la que nosotros volvemos a replantear. No ha cambiado ninguna letra de aquella pregunta, pero sí parece que el polvo del tiempo la hubiese encubierto de tal forma que no la observamos antes, o quizás el montón de cosas que compramos a diario para darle sentido a esta vida le tapó. La mercadería del mes, la tele nueva, el celular, este mismo internet, o la misma educación como bien de consumo.
Hay que construir nuevos espacios de reflexión, integrar a la comunidad, hacerles participar de esta gran interrogante.
La dramaturgia consciente de esto es una llave para la construcción de nuevos planteamientos, para cuestionar nuestras habituales estructuras, las que asociamos como nuestras y por tanto no criticamos. La dramaturgia consciente de esa acción hará todo lo posible por movilizar la "verdad" del poder a la participación social, a plantearnos entre todos ¿qué país queremos tener?. Y mientras nos planteamos esa pregunta, mirarnos a los ojos y preguntarnos ¿de qué forma hemos llegado a vivir como vivimos que no sabemos qué país queremos tener? Porque no queremos ser parte de un país donde vivamos envueltos en la respuesta de ¿qué país queremos tener?, sólo contestada por algunos, viviendo para ellos, para su país, y no en un país que de verdad sintamos nuestro.
Entonces "Dramaturgia en emergencia" ve la acción urgente de escribir sobre el país que somos y el que nos gustaría ser.

martes, 23 de septiembre de 2008

Dramaturgia como una necesidad

¿Cómo es que todo esto empezó?
Ya me acuerdo. Corrían al menos los cuatro primeros meses del año 2008 y ya se presentaba en el aire una extraña sensación. No hablo de lacrimógenas, aunque éstas bien ayudaron a entorpecer aún más el asunto, hablo de una nueva organización estudiantil (que ya venimos escuchando desde hace rato como un eco incesante de algo que se quiere decir y que no se ha tomado en cuenta), ahora cuestionando la ley de educación que modificaría la antigua ley, dejando en el pasado aquella anquilosada ley que fue vendiendo poco a poco la educación. Sí, la LOCE. Ahora: LGE. Esta nueva ley sólo ofrecía finalmente cambiar una pésima ley por la misma anterior algo modificada, o sea, las alternativas para el país pasaban de ser escoger algo pésimo por otra cosa igual de pésima. Pero en fin, la ley finalmente se aprobó y aquí seguimos otra vez, disfrutando de los placeres del capital. ¿Cuáles? o ¿quiénes disfrutan realmente de ese placer?
Sí, la ley es la ley y corre parejita para todos. ¿Pero quiénes redactan las leyes, y digo, esas leyes que después nos involucran a todos para cumplirlas?
Parece que las leyes son sordas tal cual como un libro, que ante un lector que no entiende lo que lee y que pregunta a este libro por lo que no sabe, termina no obtiene respuestas. Pero un libro, que antes fue árbol, no tiene vida más que las ideas o sentimientos volcados por alguien en él. Pero un poder que tiene la capacidad de escuchar a su pueblo descontento por todo lo que le parece injusto y sin sentido, tiene por deber dar respuestas justas y soluciones que hagan cobrar sentido a la vida de un pueblo.
Cansados ya de este silencio. Cansados de no tener una voz tan fuerte como la de un matinal de televisión. Cansados hasta el astío. Es así, que sentimos la necesidad como creadores teatrales, entre medio de toda esta confusión, entre medio de toda la desinformación, entre medio de piedras y "guanacos" (me resulta más inofensivo el animal que te agarra a escupos), entre medio de todo esto, es que decidimos (hablo de Cristian y de mí) hacer un llamado a la creación de escrituras de pequeños formatos teatrales que reflexionaran en torno a la temática de la educación (en Chile) más allá de ilustrar las movilizaciones estudiantiles, sino que para más bien construir debate frente a la necesidad popular de educarse, preguntándonos también ¿cuál es la educación que queremos tener?
Así es como "Dramaturgia en emergencia" surge de la necesidad de cuestionar los hechos actuales de nuestra sociedad otorgando nuevos puntos de vista sobre los mismos, como dramaturgias, como ideas que se resisten a la mirada oficial.