viernes, 10 de octubre de 2008

Teatro / Educación

El siguiente texto pertenece a la ponencia realizada por Cristian Lagreze en la mesa: "Teatro y educación", que se llevó a cabo el día sábado 4 de octubre en la Escuela de Teatro de la Universidad Arcis, a través de la convocatoria de reflexiones sobre la temática educacional en el encuentro de "Dramaturgia en emergencia".


"Teatro y educación.


En primer lugar pienso en la educación, pienso que cuando uno es educado recibe información y esa información le permite a uno ser y desarrollarse. Se recibe idealmente material valioso. Entonces para que el teatro sea parte de esta discusión debe tener algo de valioso. Yo creo que tiene algo de valioso. Desde tiempos inmemoriales la sociedad nos envía al teatro. En el teatro el hombre tiene la posibilidad de ver la imagen del hombre, los hombres ven en el teatro cómo ellos viven y cómo otros han vivido antes que ellos y cómo los otros han hecho el mundo y cómo ellos pueden re-hacerlo. En el teatro el hombre ve la justicia, reconoce lo justo de lo injusto. También en el teatro el hombre busca el conocimiento.

He aquí por qué entonces parece importante que los jóvenes en edad escolar tengan acceso al teatro desde cualquier espacio, como espectador, en talleres, como lector... A través del arte, a través del teatro se accede al conocimiento, entonces es posible moverse, que se abran nuevas perspectivas, contradicciones y que desde ahí uno surja hecho otro.

Y lo que digo no es una locura, en mi experiencia como espectador de teatro, ciertas reflexiones puestas en la escena han modificado puntos de vista en mi mirada sobre la realidad y después de eso no se vuelve a ser el mismo. Es como cuando uno accede al conocimiento, nada es igual que ayer. Se comprende, se ve, y entonces se abre un espacio de libertad, la libertad del pensamiento. Como cuando escuché en el teatro, en la “Ópera de tres centavos”, cuando Mackie dice “quién es más delincuente, el que roba un banco o el que funda un banco...” Después de escuchar eso algo comprendí, algo cambió.

También en el proceso creativo se vive la experiencia y con mayor intensidad. Después de cada proceso en el que me ha tocado participar algo cambia en mí. Se conoce un texto, se conoce un autor, la época del autor, su contexto histórico, se extrapola ese contexto, se acerca a nuestro tiempo, se lee, se descubre autores, historiadores, filósofos, sociólogos; se discute con los compañeros, se intercambian puntos de vista, se está de acuerdo o en desacuerdo, se encuentran dificultades que nos hacen “movernos” hacia algún lugar... y al final no se es el mismo.

Considero que ambas experiencias han sido, sin duda, parte de mi educación, y claro que hubiese querido haber vivido experiencias parecidas en mi época escolar. Claro, el profesor de castellano, cuántos de nosotros nos acercamos al teatro por el profe de castellano.... pero la mirada de un profesor no es la de un artista, para bien o para mal, y en nuestra etapa escolar estamos rodeados de profesores y muy lejos del arte. Se trata de equilibrar.

Entonces el joven estudiante tiene en general dos maneras de acceder al teatro, como espectador y en la experiencia de la creación.

El estudiante como espectador:

Los jóvenes van al teatro en general porque los llevan del colegio. Los teatros institucionales y algunas compañías convocan a los jóvenes estudiantes al teatro, en horarios especiales. Los teatros institucionales ofrecen su repertorio para adultos en horarios y a precios especiales para escolares y, salvo algunas honrosas excepciones, los grupos independientes ponen en escena obras más bien “vendibles” y que no surgen de un deseo concreto y comprometido de dirigirse al público escolar. Entonces existen esos dos espacios: obras que no están pensadas para los chicos y las que sí. En general son obras producidas en serie, las compañías montan rápido un stock de obras y las venden como pan caliente. Las venden a través de los promotores y éstos a través de los profesores que en ocasiones “cortan” algo del valor de la entrada. Y eso yo no lo voy a juzgar, todos sabemos cómo trabaja y cuánto gana un profe de liceo municipal. Sin duda existen grupos y personas que han dedicado tiempo y trabajo en acercarse al joven espectador desde una perspectiva no comercial, con puestas en escena resultado de procesos serios y del tiempo que requiere llevar a escena un trabajo de calidad. Es importante que los espacios de recreación de los jóvenes otorguen espacios de conocimiento y reflexión, no se les puede considerar sólo como un grupo de consumo en lo que ha sus espacios recreativos se refiere; quienes dediquen su inteligencia y su sensibilidad al teatro dirigido a chicos en etapa de formación escolar tendrán la posibilidad de poner en escena los resultados de sus reflexiones y deseos frente a un público ávido de información y que está en medio de su proceso de formación. Importante poner ahí lo que usted quiere comunicar, los jóvenes son el futuro... y pienso en la palabra Utoppia, lo que no es posible hoy, será posible mañana... Para ello es indispensable encontrar canales idóneos de contacto con el espectador, y creo que eso requiere una empatía y cariño y cercanía con los chicos en edad escolar. Es una responsabilidad, hacer teatro es una responsabilidad: en el teatro el hombre ve la imagen del hombre... comerciar con la imagen del hombre crea dolor y apatía.

Existe el otro lugar, la experiencia del proceso. Quienes estén aquí y hayan tenido la experiencia saben lo importante que es y cómo se siente tener la posibilidad de mostrar a un chiquillo una parte de la realidad que si no, no hubiesen tenido la posibilidad de ver, entregar armas nuevas y útiles para comprender.

Para qué hablar de los colegios “conflictivos” o de barrios periféricos, ahí se puede también tener la sensación de estar empujando a un chiquillo a salir de la mierda. Porque para la mayoría de esos chiquillos la vida no tiene sentido, los que están cerca de ellos o están también en la mierda o sobreviven; nosotros sabemos lo que es vivir apretados y hasta cagados, pero también sabemos que si lo que hacemos tiene sentido, nunca vamos a estar en la mierda.

Que aquellos que se dediquen a la pedagogía teatral o talleres de teatro o trabajos en escuelas de escasos recursos, o los que vuelven a su provincia a repartir teatro entre los chiquillos de su pueblo, asuman la responsabilidad con orgullo, con vocación y que no sea una forma más de ganarse unas monedas.... defendamos con dignidad un espacio que sabemos debe existir, el arte en la formación escolar.

Es tan obvio, que hasta el gobierno de la concertación y la derecha, a través de la reforma educacional, contempló espacios formales para la formación artística o más bien para la relación del alumno escolar con la actividad artística, pero vamos a ver cómo eso funciona en los colegios municipales; y sabemos cual es el problema de fondo, hablemos de teatro y educación, de cultura, de previsión social, de condiciones laborales, de reformas constitucionales, etc. llegaremos inevitablemente a la misma conclusión: que es éste sistema económico en el que nos relacionamos el que no nos permite construir la sociedad que la mayoría de los chilenos deseamos.

Cada vez me convenzo más de aquello, unos pequeños cambios y reformas, unas 60 lucas más para cada viejo, unos cuantos centros culturales en barrios periféricos no van a darnos la vida digna que todos, como seres humanos, nos merecemos. Y no podemos esperar, es una ingenuidad hoy pensar que el Estado, en este estado de cosas, valga la redundancia, se haga cargo de los cambios profundos que se requieren, pues hoy, en nuestras democracias actuales, el Estado no es más el representante de una clase progresista que funda su desarrollo en la razón humana, hoy el estado es el representante de una clase explotadora y de su capacidad de explotación."

1 comentario:

Luisette Quiñones dijo...

El teatro es un medio para educar y ser educado. Nos abre las puertas a una educación distinta, liberal y creativa que se adapte a nuestras necesidades. Es importante reconocer que la educación no es excelente en estos días pero, si es importante hacer algo por ella.